RUTA ARQUITECTÓNICA POR LOS SECRETOS DE LA TIERRA DE BIESCAS (II)
En nuestro anterior artículo os hablamos sobre la ruta arquitectónica de Biescas, haciendo un repaso por los enclaves artísticos mejor conservados de nuestra arquitectura popular. Hoy vamos a animaros a recorrer las calles de los pueblos que componen la Tierra de Biescas y a descubrir e interpretar las historias que guardan los motivos ornamentales que se han conservado en ellos hasta nuestros días.
Nuestro término municipal se extiende por la antigua Bal de Gavin -Gavín-; el llamado Sobremonte, con Aso, Yosa y Betés; la Tierra de Biescas, Orós Alto, Orós Bajo, Oliván, Escuer, Escuer Alto, Javierre de Obispo y Biescas… El municipio incluye, además, entidades de la Bal menuta – Barbenuta y Espierre -, del despoblado Sobrepuerto -Berbusa, Ainielle, Susín y Casbas de Jaca- y, ya en el Valle de Tena, Piedrafita de Jaca, Búbal y Polituara.
ALGUNOS DE LOS NÚCLEOS DE LA RUTA ARQUITECTÓNICA ESTÁN DESHABITADOS
Algunos de estos núcleos se encuentran actualmente deshabitados. Pero todos conservan detalles en sus portadas, balcones o ventanas que han perdurado hasta nuestros días. Abundan los motivos vegetales y geométricos, los símbolos religiosos y astrales; y también las figuras humanas, animales y mitológicas.
UNA RUTA CON VERDADEROS TESOROS ARQUITECTÓNICOS
Al pasear por sus calles no dejaréis encontrar abundantes elementos decorativos, como llamadores, chimeneas o espantabrujas, tan característicos de la arquitectura popular del Alto Aragón, además de otras construcciones como las fuentes, pozos, molinos, lavaderos, pajares o corrales que, en estos pueblos, sobreviven al paso del tiempo.
Buenos ejemplos de arquitectura popular encontramos en Sobremonte. En Aso destacan la chimenea de Casa Cabalero y las ventanas de casa Barón (1); mientras que en Yosa impresionan la Casa Miguela y su chimenea, o el crucifijo de Casa O Royo (2). Y en Betés, el lavadero, la Casa Palacín, los yerberos y el portón del cementerio.
En Escuer Viejo o Escuer Alto, encontramos los restos de una torre fortificada del siglo XV, en la que destacan la puerta adintelada, con pequeñas ménsulas y bolas de adorno (3); o las aspilleras en forma de cruz (3) rematadas por un sillar decorado con símbolos astrales.
En la Bal Menuta, se conservan chimeneas, bordas, tapiales, el pozo… Destacan en Espierre los conjuntos de las familias Otal (5) y Lacasa (5), con su escudo fechado en 1578, y el escudo de los Pardo en Barbenuta (6).
En Oliván perduran interesantes chimeneas y un singular escudo (8) con un árbol, una estrella, un corazón y dos aves sin identificar. También, la escuela de niños con el viejo escudo imperial; y las casas Colorao, Chuan, Azón y El Herrero, con portadas del siglo XVII.
OTROS EJEMPLOS
En el despoblado sobrepuerto, Ainielle acusa el paso del tiempo. Especial interés en el molino y en los restos de Casa Rufo y Casa Juan Antonio, con escudo de armas fechado en 1739 (10). En Susín, el conjunto de Casa Mallau (S. XVIII ) es un fantástico ejemplo del modelo de casa-patio, con la vivienda, el horno y los yerberos encerrando el corral. También subsiste el escudo de infanzonía de la familia (9), con un águila bicéfala y un castillo a la derecha y cuatro barras y nueve estrellas a izquierda.
Desde la Oficina de Turismo de Biescas os animamos a dar un paseo por los pueblos que componen el municipio y a descubrir los secretos de la ruta arquitectónica y los elementos decorativos que han pervivido a lo largo de los años hasta nuestros días.
Este amplio y desconocido patrimonio arquitectónico conforma una parte fundamental de la historia, la cultura y las tradiciones del Alto Gállego. Junto a la Oficina de Turismo se encuentra el panel informativo que guiará vuestros pasos por esta ruta. Se trata de una fantástica manera de descubrir la Tierra de Biescas y disfrutar de cada rincón del municipio pelaire.